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domingo, 22 de mayo de 2011

¿ Como acabar con el cancer de la corrupción en Colombia?

Ay la corrupción, la corrupción de estado, siempre está delante del oportunista. Se encuentra desde el estado más recóndito y pobre de África, pasando por la América Latina y los cerrados estados comunistas de Asia hasta los países desarrollados de la Unión Europea, está bien, en distintas formas y magnitudes, pero, al parecer siempre está presente.




¿Es posible detener estos problemas “en seco” o es tan humano que puede suceder hasta con el gobierno del “partido de los hermanitos super super santos y ungidos” ?



Esa es en cierta forma la pregunta de la semana, es que cuando creí que los problemas de corrupción se debían sólo a falta de controles fiscales me encontré con que en el primer mundo estas cosas pasan igual.



Alguien me contó de un foro estudiantil cristiano en el cual llegaban a la conclusión de que la participación de un cristiano en política no era recomendable porque era algo “demasiado tentador”. Pero esa conclusión me resultó muy exagerada.



Nunca pongas las manos al fuego por nadie



1- El cristianismo profesa la creencia de que el ser humano es intrínsecamente malo desde el pecado de Adan y Eva, por lo tanto, el buscar hacer el mal (de la forma que sea) está programado en nuestra mente para conseguir lo que deseamos, sea dinero, poder o lo que quieras. El fin justifica los medios, sin embargo el ser humano es el único capaz de refrenar sus impulsos.



2- La corrupción de estado existe a varios niveles, desde el almacenero que no hace la boleta para evitar pagar el IVA, pasando por el usuario que utiliza una copia pirata de Windows en su PC (comprada en la calle, regalada, da lo mismo), hasta el jefe de gobierno que saca dineros fiscales y los deposita en cuentas privadas en un paraíso fiscal.



Con esto nos damos cuenta de una cosa, todos y cada uno de nosotros somos potencialmente corruptos, y definitivamente este no es un problema de la clase política, sino del conjunto de la sociedad.



¿La corrupción es un problema cultural?



Si cometemos pequeños actos de corrupción, no podemos pedir al gobierno de turno que sea un santo. Aunque corruptos hay en todas partes, quizás la ventaja esté en la cultura cívica de cada pueblo más que con el partido que gobierna, así es que hay países con regulaciones muy duras e instituciones transparentes y otros donde el secretismo y la impunidad son la norma. No es que Chile, Argentina o España sean o no países corruptos, la diferencia está en que el mismo personaje corrupto tiene más o menos posibilidades de recibir las consecuencias de sus actos.



¿Cómo se termina la corrupción?

¿Hasta qué nivel puede llegar la confianza en la honestidad de los demas?

¿Deberíamos ser más desconfiados?

¿Nos podemos aprovechar del Estado ya que el gobierno se aprovecha de nosotros? (como dicen algunos sabios populares) o bien ¿la honestidad del hombre común ayuda en algo a que el Estado funcione mejor?



Blades y Santa Rosa pidieron a sus seguidores que defiendan la salsa

El salsero panameño Rubén Blades y el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa retomaron hoy en Puerto Rico su gira "Una sola salsa", y pidieron a sus seguidores que defiendan la salsa como género tropical, en todo el mundo.


Ambos artistas iniciaron el concierto a dúo, en el coliseo de Puerto Rico José M. Agrelot de San Juan, interpretando "Con la mayor elegancia".

Blades inició su oportunidad en solitario con "Decisiones", seguido de Santa Rosa con "La agarro bajando".

Tras dichas canciones, Santa Rosa, conocido como "El caballero de la salsa", le dio la bienvenida a las miles de personas que se dieron cita en el llamado "Choliseo", de países como Panamá, Venezuela, Colombia y Perú.

Santa Rosa, entonces, decidió apoyar a los seguidores de la salsa que han defendido el género desde sus comienzos gracias a la aportación de músicos latinoamericanos, entre ellos, el dominicano Johnny Pacheco dirigiendo la orquesta de la Estrellas de la Fania, a la cual Blades perteneció.

Blades, abogado y exministro de Cultura de Panamá, agradeció a los salseros o ?cocolos? por apoyar su trabajo durante más de 40 años y al género que "hay que defenderlo y darle la importancia que necesita" para luego dar paso a "Las calles".

Luego, ambos artistas decidieron intercambiar el micrófono, y Santa Rosa cantar "Conteo regresivo", del autor cubano Juan José Hernández, y Blades hizo lo propio con "La marea", tema que dijo que no cantaba hace diez años.


Blades, conocido como "El poeta urbano de la salsa", prosiguió el concierto con "Amor y control" y "Maestra vida", seguido de los protagonistas de la noche para cantar "Me cambiaron las preguntas".

Santa Rosa, ganador de múltiples premios Grammy, continuó la velada poniendo a bailar a una treintena de parejas con "Qué manera de quererte", seguido de los boleros "Mentiras" y "Si te dijeron".

Santa Rosa entonces decidió interpretar canciones de sus comienzos de carrera antes de convertirse en solista cuando participó en las orquestas de Willie Rosario, Tommy Olivencia, La Grande y Mario Ortiz como "Los rosales", "Satisfacción", "Como sube la gasolina", "Botaron la pelota" y "Que alguien me diga".

Luego de la oportunidad de Santa Rosa de lucirse en el escenario con su repertorio, le tocó a Blades cantar éxitos como "Plantación adentro", del fallecido compositor puertorriqueño Tite Curet Alonso, "En número seis", "Buscando guayaba", "Paula C" y "Sin tu cariño".


Los cantantes, asimismo, se dividieron el escenario en los próximos temas como "Conciencia", por Santa Rosa, y "Para ser rumbero", en la que participaron ambos salseros.

Blades retomó el espectáculo con otros grandes éxitos como "Ligia Elena", "Padre Antonio y el monaguillo Andrés", "Parao" y "La canción del final del mundo".

Santa Rosa siguió con "Perdóname", Blades con "Pedro Navaja", y el primero regresó con "Amor mío no te vayas", mientras que ambos veteranos salseros culminaron el espectacular concierto con "Juan Pachanga" y "Muévete".

Blades y Santa Rosa continuarán la gira el 17 y 18 de junio por las ciudades de Orlando y Miami, en el estado de Florida.